Viendo hace pocos días un video de jirafas donde una de ellas paria a su crio, me volví a aterrar, como muchas otras personas, de lo fácil y práctico que se ve el evento de nacer en otras especies. De igual forma, lo asombroso que los recién nacidos de muchos animales (inclusive mamíferos grandes) salen casi listos al mundo, tal como lo vi en la nueva jirafa que podía caminar en unos pocos minutos.
¿Por qué entonces los nacimientos humanos son tan complicados, dolorosos y poco prácticos en comparación? Por qué la evolución no nos ha dado una mano a los humanos con nuestra forma de nacer?
El Dificil Nacimiento Humano
Gracias a la medicina moderna, hay una variedad de formas para que un humano venga al mundo, desde un apretón apretado hasta un viaje fuera del techo corredizo a través de una cesárea. Las experiencias de los padres pueden variar de fluidas a tensas, y aquellos que han pasado por un parto traumático pueden tener dificultades para aceptarlo aún mucho después.
Dado que puede tener consecuencias fatales tanto para los padres como para el bebé, podríamos haber tenido una evolución a favor de una forma más segura y fácil de dar a luz. Desafortunadamente, según un estudio reciente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el proceso tal como se da, es por lo visto el mejor posible.
Ingenieria para Estudiar la Evolución.
Una colaboración entre ingenieros de la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Viena examinaron de cerca los fundamentos anatómicos del parto, el cual reveló una serie de compensaciones evolutivas que nos han mantenido con el sistema actual.
Una de las mayores complicaciones del parto humano es el canal de parto significativamente estrecho en comparación con el tamaño de la cabeza de los bebés. Al parecer, esta dificultad se ha mantenido debido a la protección que brinda a los otros órganos de los padres.
El desafío entre ofrecer una salida fácil del bebé y mantener la seguridad de los órganos vitales de la madre es aparentemente lo que impide que el canal de parto se convierta en un paseo más suave y espacioso para los involucrados. Al competir por dos propósitos opuestos para preservar la vida, los dos imperativos biológicos en competencia perseveran frente a la evolución.
«Aunque esta medida ha hecho que el parto sea más difícil, hemos evolucionado hasta un punto en el que el suelo pélvico y el canal pueden equilibrar los órganos internos de soporte al mismo tiempo que facilitan el parto y lo hacen lo más fácil posible», dijo el investigador principal Krishna Kumar en una declaración.
Repaso de Anatomía Humana
Como repaso rápido en anatomía humana, el piso pélvico es un grupo de músculos (que no debe confundirse con la placenta) que estabiliza la columna y sostiene el útero, los intestinos y la vejiga.
Para establecer su papel en el parto y comprender mejor cómo cambiaría su influencia según el tamaño o el grosor, los investigadores llevaron a cabo múltiples análisis y simulaciones de elementos finitos (técnica usada en ingeniería civil para probar los diseños y estructuras a altas presiones) utilizando modelos computarizados del piso pélvico.
Sus resultados mostraron que, si bien un aumento en el tamaño del piso pélvico podría facilitar el parto, sin las estructuras óseas que lo sostienen, otros órganos se desploman y esto por supuesto no es nada bueno.
Para compensar este problema, una opción factible sería un aumento del grosor del suelo pélvico, pero en realidad el engrosamiento aumenta la presión necesaria para empujar al bebé hacia afuera (inclusive a niveles por fuera de las capacidades humanas). Algo que haría el parto más fácil para el bebe, pero mucho más doloroso, de mayor esfuerzo y en algunos casos imposible para la madre.
«Descubrimos que los pisos pélvicos más gruesos requerirían presiones intraabdominales mucho más altas que las que los humanos son capaces de generar para estirarse durante el parto», dijo Nicole Grunstra, de la Unidad de Biología Teórica de la Universidad de Viena, en un comunicado.
«No poder empujar al bebé a través de un suelo pélvico resistente complicaría igualmente el parto, a pesar del espacio adicional disponible en el canal de parto, por lo que el grosor del suelo pélvico parece ser otro ‘compromiso’ evolutivo, además del tamaño del canal de parto. »
Le Evolución en Evidencia
Otra razón anatomica en comparación con otros mamiferos es que los humanos (y algunos primates) por caminar en las dos extremidades inferiores nacemos hacia la parte anterior del cuerpo (ventral) mientras la mayoria de mamiferos nacen por el lado posterior (dorsal) donde ya tienen una estructura osea ajustada y las piernas para soportar los organos.
Esta configuración hace que nuestros organos concentren su peso en un área de menor tamaño generando mas presión sobre el piso pélvico y asi un desplome de los organos a una edad mas temprana para la madre.
Siendo esta investigación la primera en la que se usan Análisis de Elementos Finitos (FEA por sus siglas en ingles) para explorar cuestiones evolutivas, ha evidenciado que los miles de millones de años de evolución han hecho lo mejor posible en este aspecto.
Pablo A. Ortíz P. es doctor en Biología Molecular, postdoctor en Bioinformática e Investigador en la Fundación InnovaGen.
Texto basado en el reporte de la Universidad de Texas: Link Aqui.